Tan rica como la tortilla de patata pero mucho más saludable.
Te enseño cómo preparar esta sencilla receta ideal para esas cenas que te apetece comer algo sano pero rico.
La tortilla de patata es una de las cenas más populares porque, además de estar deliciosa, requiere de muy pocos ingredientes y es bastante sencilla de preparar. No obstante, la tortilla de patata lleva una elevada cantidad de grasa debido a la fritura de la patata, y nos aporta una ración muy pequeña de verduras (especialmente si te gusta sin cebolla).
Por ello, hoy os voy a enseñar una versión mucho más saludable de esta clásica receta española, ya que la patata no está frita, y tiene un mayor aporte de verduras y, por tanto, de fibra, minerales y vitaminas. Apunta los ingredientes, porque se va a convertir en una de tus cenas favoritas.
Ingredientes para 4 personas:
Preparación:
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Tanto la patata como la berenjena las vamos a asar en el microondas para utilizar menos aceite y que se cocine mucho más rápido. Para asar la patata, envuélvela en papel film transparente apto para microondas. Cierra muy bien el plástico y pínchalo con un cuchillo 2 o 3 veces. Mételo al microondas a máxima potencia de 5 a 10 minutos en función del tamaño de las patatas y la potencia del microondas.
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Para asar la berenjena, lávala, pártela a la mitad y, con un cuchillo pequeño, haz cortes en cada mitad en forma de rombos. Coloca la berenjena en un plato y cúbrelo con papel film transparente apto para microondas. Cocina a potencia máxima durante 10 minutos. Durante este tiempo, la berenjena producirá vapor y se hinchará el film. No te asustes que es normal que se forme una burbuja gigante dentro del microondas. Solamente tienes que estar pendiente de que si se rompe el film o se separa del plato, debes cambiar el plástico film y cerrarlo bien para que la berenjena se cocine correctamente.
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Mientras dejas enfriar la patata y la berenjena, pica en trozos muy pequeñitos la cebolla. En una sartén amplia, echa un chorrito de aceite de oliva y cocina la cebolla con una pizca de sal a temperatura media y, si quieres que se haga un poco más rápido, puedes poner una tapadera.
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Pela la patata, córtala en cuadrados, añade una pizca de sal y reserva. Haz lo mismo con la berenjena. Si se ha asado correctamente, no hará falta quitar la piel de la berenjena, está deliciosa y nos aportará un montón de nutrientes.
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Cuando la cebolla esté hecha, incorpora a la sartén la patata y la berenjena troceada. Saltea durante unos minutos y añade un chorrito más de aceite si fuera necesario.
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Casca los huevos en un bol y bátelos con una pizquita de sal. Añade a este recipiente las verduras, mézclalo un poco para que el huevo no se cuaje y déjalo reposar durante unos minutos.
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Añade a una sartén un poco más pequeña un chorrito de aceite y extiéndelo bien. Calienta la sartén a fuego medio-fuerte y, cuando esté bien caliente, vierte la mezcla de huevo y verdura. Y ahora el procedimiento es igual que el de una tortilla de patata normal. Deja que se cuaje la parte de abajo, ayudándonos de una espátula para que se separe mejor de los bordes. Da la vuelta a la tortilla y deja que se cocine por el otro lado. Si te gusta poco hecha, déjala tan solo un par de minutos. Si te gusta más hecha, tendrás que dejarla en la sartén un poco más.
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Saca la tortilla del fuego y deja que repose durante 5 minutos. Ten paciencia porque la espera merece la pena, la tortilla quedará más cremosa y estará más rica. Y ya pasado ese tiempo… ¡a disfrutar!